diumenge, 11 d’abril del 2010

Iom HaShoah. Una cançó desde el cor de l´infern: HaTikvah desde els crematoris d´Auschwitz-Birkenau

Avui, dia 27 de Nissan del calendari jueu, es conmemora a Israel el "Iom HaShoah ve HaGuevurà" en homenatge dels sis milions de jueus assassinats pel règim nazi i de tots els herois del poble d´Israel que van enfrontar-se a la barbàrie. De fet, al caure la festivitat en Iom Rishon, un cop finalitzada la jornada de Shabat, la festivitat es passarà al dia següent, Iom Shení, es a dir, el Dilluns. Sigui com sigui, desde el nostre blog ens hem volgut sumar a aquesta jornada conmemorativa i ho farem reproduïnt un petit texte recollit als diaris d´en Haim Zalmen Gradowsky (1910-1944), un jove funcionari i comerciant polonès, nascut a la ciutat de Suwalki (pròxima a la frontera amb Lituania), que després del seu casament va establir-se a l´Shtetl de Luna, pròxim a la ciutat de Grodno, on va viure els inicis de la Segona Guerra Mundial i l´ocupació nazi a partir de l´estiu de l´any 1941. Després de ser deportat  al Ghetto de Grodno al Desembre de 1942, H. Z. Gradowsky  i la major part dels seus familiars van ser traslladats al camp de la mort d´Auschwitz Birkenau, on tots els seus familiars van ser exterminats el dia de la seva arribada, el 8 de Desembre d´aquell mateix any.

Haim Zalmen Gradowsky va ser obligat pels nazis a treballar als crematoris d´Auschwitz-Birkenau com un dels membres del Sonderkommando i va ser un testimoni directe del extermini del poble jueu perpetrat pels nazis. Finalment, va ser  executat pels nazis després d´haver estat un dels liders de la revolta del Sonderkommando al mes de Septembre del 1944. Davant la barbàrie, Haim Zalmen Gradowsky va voler deixar un testimoni per a les generacions futures d´aquells terribles esdeveniments i va redactar tres manuscrits que han arribat fins a nosaltres. El fragment que reprodueixo a continuació és pot llegir al seu tercer manuscrit, on ens parla de l´extermini de 4000 jueus txecs al mes de Març de 1944, coincidint amb la festivitat de Purim. El texte està extret del següent llibre: 

GRADOWSKY, Z. J.: En el corazón del infierno. Documento escrito por un sonderkommando en Auschwitz (1942 - 1944), Barcelona, Anthropos, 2009, pp. 150-151.

 HATIKVAH (per Haim Zalmen Gradowsky Z"L).
La pandilla de oficiales de alto rango  puede tomarse un respiro cuando el eco de la última nota se extingue. Pero no por mucho tiempo. Y surge una nueva canción, llena de coraje y de fe, desde lo más profundo de los corazones. La masa está cantando el himno hebreo. Está cantando la canción de la esperanza [HaTikvah]. También muy conocida por ellos.. La han oído ya más de una vez. Ahora la masa canta con orgullo y alegría el himno nacional. Una vez más la banda de oficiales se queda muda, rígida. Esa canción, esa canción también relata, despierta, llama a recordar. A través de esa canción les habla la masa muerta, porque al cantarla cobra coraje: Vosotros, bandidos, asesinos de la humanidad!, pensastéis, creísteis, os dejasteis corromper por vuestro "Führer", por vuestro "dios" y estabais seguros de que aniquilaríais al pueblo de Israel y que con su exterminio conseguiríais la victoria. Pero hete aquí que la canción viene a recordarles, a recordarles que al pueblo de Israel no podrán vencerlo jamás.

Los judíos viven en todo el mundo, en aquellos países donde su bota no ha conseguido llegar e incluso en aquellos donde su influencia no es poderosa, porque sus pueblos sus lúcidos y no quieren aniquilar a víctimas inocentes y permitir que sean sacrificados a la salvaje barbarie y a la cruel ferocidad. La canción les recuerda que el antiguo pueblo mártir seguirá vivo y reconstruirá su futuro y su hogar en su vieja tierra allá lejos. La canción les recuerda, la canción les dice que la ilusión por la que se dejaron embargar fácilmente, que <> y que no habría nadie para reclamar justicia o tomar venganza puede que sea desmentida por la realidad. Y la canción les viene a recordar que aún hay judíos que viven en el mundo y que después de la tormenta se reunirán aquí, procedentes de todos los confines, y cada uno de ellos buscará, quien a su padre, quien a su hermana o a su hermano y preguntarán: ¿dónde están los desaparecidos hijos de nuestro pueblo? Preguntarán dónde están las hermanas y los hermanos que ahora mismo están siendo asesinados, esos que ahora están cantando esa canción. E integrarán las filas de gigantes ejércitos que tendrán como único objetivo la venganza. Harán justicia a todas las víctimas en nombre de la sangre inocente que hoy vais a derramar y por todos aquellos que vosotros hasta hoy habéis estado gaseando.

La canción del HaTikvah no les deja en paz, despierta, llama. Los sume [a los altos mandos de las SS que presenciaban el asesinato en masa] en una profunda angustía.